Hace 14 años Andrés Enrique Ospino, sufrió un accidente en el que perdió
sus brazos. En la actualidad estudia el bachillerato de forma virtual y
trabaja arreglando celulares con la boca.
EJEMPLO A SEGUIR
Nacido el 20 de marzo de 1963 en el municipio de Bosconia, Cesar; Este hombre de 40 años vive solo en el barrio Villa Corelca en Cartagena.
Andrés es un hombre alegre, lleno de vida, un buen conversador y con grandes propósitos de superarse en la vida. Después del accidente, él asegura que tuvo una recuperación lenta, y que atravesó por momentos muy difíciles, especialmente porque todo sucedió cuando era muy joven y tenía grandes sueños para su futuro.
Pese a lo
sucedido, Andrés Enrique decidió luchar por su vida, empezó a buscar
oportunidades laborales en Cartagena y hace aproximadamente cuatro años
empezó a trabajar en el negocio de las telecomunicaciones arreglando
celulares, usando su boca como herramienta principal: “yo me encargo de
lo que es el hardware, la parte física de los celulares, con la boca
utilizo los destornilladores y las otras herramientas”
Aquellos que lo conocen afirman que su trabajo es de admirar, que no se dejó vencer por las dificultades y encontró en este particular empleo una forma de sostenerse económicamente y de ocupar su tiempo. Pero, además del ámbito laboral Andrés sabe y reconoce que para progresar es necesaria una formación
académica, por esto decidió que debía prepararse, pues nunca había terminado el bachillerato…
Hace poco más de un año la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD estuvo en el barrio Villa Corelca, ofreciendo a los habitantes la oportunidad de culminar sus estudios de Básica Primaria y Bachillerato de forma virtual, en ese momento Andrés decidió aprovechar esta oportunidad para terminar sus estudios y aspirar a un futuro mejor.
Actualmente, además de su trabajo, Andrés está cursando el Ciclo 3 de Bachillerato (Básica Secundaria: Grados 6 y 7) y planea continuar con su formación académica en busca de mejorar su calidad de vida y ampliar sus posibilidades laborales.
Sin importar sus
limitaciones físicas, con la modalidad abierta y a distancia este
hombre, ejemplo para sus amigos y familiares, puede continuar con sus
estudios, aprovechando el uso de la tecnología y el acompañamiento de
los tutores de la UNAD.
“Es un proceso, yo voy por partes, por ahora quiero terminar el bachillerato y ojalá después prepararme en otras cosas” afirma Andrés al hablar de su proceso académico.
Personas como Andrés Enrique son un ejemplo de superación para el pais colombiano, pues pese a las dificultades no pierden las esperanzas y están siempre en busca de mejorar, aprovechando oportunidades como las que brinda la UNAD: tener una educación de calidad para cualquier persona, en cualquier lugar del país, con una modalidad virtual, que permite aprovechar las nuevas tecnologías y contribuye al desarrollo de Colombia.
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