Los investigadores siguen buscando materiales que emitan luz azul de manera eficiente, sintonizable y estable, y que sean baratos, fáciles de producir y versátiles a la hora de procesar.
UN LASER EFICIENTE
Ahora, un equipo internacional de investigadores ha descubierto un nuevo tipo de material inorgánico (sin carbono) elaborado a base de boro e hidrógeno y que puede emitir luz láser en disolución.
El hallazgo, realizado por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Academia de Ciencias de la República Checa, se publica en la revista Nature Communications.
El artículo demuestra que el nuevo material presenta emisión láser eficiente y duradera en el azul, una región espectral de interés en aplicaciones como la espectroscopia o el procesado de materiales, entre otras.
En la actualidad existen diversos materiales comerciales que se acercan a los requisitos buscados por los científicos, pero “presentan algunos inconvenientes prácticos. En nuestro estudio presentamos una solución que busca contribuir a superar estas limitaciones”, afirma Inmaculada García-Moreno, investigadora del CSIC en el Instituto de Química Física Rocasolano.
Materiales inéditos
Pese a no ser materiales novedosos, es la primera vez que se emplean los hidruros de boro o boranos para generar un láser.
En concreto, en el trabajo los investigadores han recurrido a disoluciones de anti-B18H22.
De los materiales que se conocen hasta el momento, los que más se asemejan a estos compuestos son los colorantes orgánicos, que emiten luz láser de manera eficiente (con mucha energía) y sintonizable (se puede cambiar el color de emisión) pero se degradan fácilmente, obligando a renovar el medio láser cada cierto tiempo.
El material estudiado presenta una resistencia a la degradación superior o similar a la de los colorantes comerciales en la región espectral azul.
Con ello, se reduce el número de veces que hay que cambiar el líquido del láser y se abren nuevas vías para resolver problemas de costes, riesgos laborales por su manejo e impacto ambiental, ya que los disolventes que se emplean son tóxicos e inflamables.
Aplicaciones clínicas
Sintetizar nuevos boranos que emitan en otras longitudes de onda (colores) es el siguiente paso que se plantean los científicos del CSIC ya que esto abriría la puerta, por ejemplo, a suposible aplicación en dermatología para eliminar cicatrices, tatuajes o acné así como para tratar lesiones vasculares.
“Queda mucho trabajo por hacer para que estos compuestos den el salto al mundo comercial pero la relevancia científica de este descubrimiento marca un hito en la historia del láser, ya que no son muchas las ocasiones en que se desvela una nueva familia de materiales láser”, concluye Luis Cerdán, también investigador del CSIC en el Instituto de Química Física Rocasolano. EFE
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