Kirobo Mini, es un robot asistente de comunicación fabricado por Toyota Motor, el cual saldrá a la venta el próximo año.
MADE IN TOYOTA MOTOR
Antes de su comercialización a particulares se llevará a cabo una campaña de preventas a ciertos distribuidores de las prefecturas de Tokio y Aichi (centro) este invierno.
Kirobo Mini es la última apuesta de una gran multinacional nipona en el sector de los robots tras los lanzamientos del exitoso Pepper de Softbank -cuyos primeros 1.000 ejemplares comercializados en 2015 se agotaron en apenas diez minutos o el Robohon de Sharp, el primer móvil robótico del mundo, que salió a la venta en mayo.
Este robot humanoide de 10 centímetros de altura, 183 gramos de peso y enormes ojos que se iluminan en tonos naranjas y amarillos es capaz de reconocer expresiones faciales gracias a una cámara interna para identificar el estado de ánimo del propietario, en función del que ajusta su forma de hablar y sus movimientos.
Asimismo, Kirobo Mini puede comenzar una conversación casual de forma espontánea, recordando anécdotas que se le hayan contado, las preferencias del usuario o información de dispositivos como el vehículo o el hogar, con el que esté conectado mediando una aplicación.
La intención es emular “interacciones humanas entre el hombre y la máquina” para propiciar una “coexistencia”, explicó el director del proyecto, Fuminori Kataoka, en una demostración a la prensa la semana pasada en sus oficinas del barrio tokiota de Ikebukuro.
“Es posible llevarlo a todas partes, incluso en el automóvil, al que puede conectarse a través de una aplicación para informarte de cuántos kilómetros has recorrido, el estado del depósito o procesar las cámaras del coche para prevenir accidentes”.
El dispositivo, que cuenta con una autonomía de 2,5 horas de conversación continua, no quiere ser un sustituto del “smartphone” -un sector que busca liderar el Robohon-, sino un complemento, explicó Kataoka.
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