El submarino chino de investigación científica marina a grandes profundidades "Jiaolong", que en junio pasado grabó las primeras imágenes logradas por China de vida submarina de alta definición a 1.500 metros, regresó hoy a Shanghái tras una expedición de más de dos meses en el Pacífico.
OTRA VEZ EN CHINA
El "Jiaolong" ("Dragón Escamado", por el nombre de los dragones míticos chinos, en mandarín), que entró en servicio en 2010, se convirtió el año pasado en el tercer artilugio humano que más profundo ha navegado, al sumergirse a 7.062 metros de profundidad.
El submarino, a bordo del buque científico "Xiangyanghong 09", entró hoy en el delta del río Yangtsé, en aguas de Shanghái, para concluir su misión, en la que exploró el fondo del Mar de la China meridional y parte del Océano Pacífico, con 21 inmersiones y 10 científicos que se sucedieron abordo, anunció la agencia Xinhua.
Los investigadores subieron esta vez a bordo 390 criaturas de 71 especies autóctonas del lecho marino, como corales, pepinos de mar y anémonas, además de muestras como 161 nódulos polimetálicos, 32 rocas y 180 kilos de sedimentos.
Desde las aguas de Shanghái el buque, que partió de Xiamen, en la provincia oriental de Fujian, el pasado 10 de junio, llegará hoy al puerto de Jiangyin, en la provincia de Jiangsu, vecina de Shanghái a orillas de Yangtsé.
La expedición ha supuesto el inicio de un período de pruebas de cinco años tras el que el "Jiaolong" empezará a funcionar de manera regular, lo que es de especial importancia para los estudios propios de China sobre el lecho marino, indicó Wang Pinxian, de la Academia China de las Ciencias.
"Es bastante importante tener materiales de primera mano para los estudios del mar en profundidad", explicó Wang.
El viaje sirvió así para poner a prueba y mejorar el funcionamiento del sumergible y entrenar a sus operarios, ya que el aparato, tras su récord de junio de 2012 en la Fosa de las Marianas, a 7.062 metros bajo el Pacífico, está capacitado para explorar el 99,8 del lecho marino de nuestro planeta.
En junio pasado el científico Zhou Huaiyang, profesor de la Escuela de Ciencias Marinas y Terrestres de la Universidad de Jiaotong, en Shanghái, grabó las primeras imágenes chinas de vida a más de 1.500 metros, que recogen cómo un grupo de mejillones marrones suelta burbujas debido a un fenómeno llamado conducto frío.
Un conducto frío es una zona del lecho marino donde se producen filtraciones de sulfuro de hidrógeno, metano y fluidos ricos en hidrocarburos.
Se trata de las imágenes de mayor calidad jamás obtenidas hasta ahora con tecnología china bajo condiciones marítimas extremas, dijo entonces Zhou, que fue también el primer científico en tripular el "Jiaolong".
"El descubrimiento de múltiples habitantes del lecho marino, como mejillones y cangrejos pilúmnidos, ayudará a llevar a cabo más investigaciones sobre la biosfera marina en profundidad", explicó.
"Los conductos fríos interesan actualmente en los círculos científicos, ya que pueden darnos información sobre potenciales recursos de gas hidrógeno, el cambio climático u organismos extremofílicos", adaptados para vivir en condiciones extremas, precisó Feng Dong, del Instituto Oceánico de la China Meridional.
Los investigadores subieron esta vez a bordo 390 criaturas de 71 especies autóctonas del lecho marino, como corales, pepinos de mar y anémonas, además de muestras como 161 nódulos polimetálicos, 32 rocas y 180 kilos de sedimentos.
Desde las aguas de Shanghái el buque, que partió de Xiamen, en la provincia oriental de Fujian, el pasado 10 de junio, llegará hoy al puerto de Jiangyin, en la provincia de Jiangsu, vecina de Shanghái a orillas de Yangtsé.
"Es bastante importante tener materiales de primera mano para los estudios del mar en profundidad", explicó Wang.
El viaje sirvió así para poner a prueba y mejorar el funcionamiento del sumergible y entrenar a sus operarios, ya que el aparato, tras su récord de junio de 2012 en la Fosa de las Marianas, a 7.062 metros bajo el Pacífico, está capacitado para explorar el 99,8 del lecho marino de nuestro planeta.
Un conducto frío es una zona del lecho marino donde se producen filtraciones de sulfuro de hidrógeno, metano y fluidos ricos en hidrocarburos.
"Los conductos fríos interesan actualmente en los círculos científicos, ya que pueden darnos información sobre potenciales recursos de gas hidrógeno, el cambio climático u organismos extremofílicos", adaptados para vivir en condiciones extremas, precisó Feng Dong, del Instituto Oceánico de la China Meridional.
EFE
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