Los hombres con testículos más pequeños son más paternales, al mostrarse más atentos y comprometidos con los cuidados de sus hijos pequeños que los dotados con unos más voluminosos, dijeron antropólogos estadounidenses.
MENOS ES MÁS
Mientras que numerosos factores económicos, sociales y culturales podrían influir en el grado de compromiso del padre en la educación de sus hijos, los investigadores se inclinan por la posible existencia de determinantes biológicos en el instinto paternal.
Los estudios precedentes mostraron que los hombres con menores niveles de testosterona eran más paternales y que aquéllos con cantidades elevadas de esta hormona se divorciaban más o tendían a la poligamia, indicó la investigación conducida por antropólogos de la Universidad Emory (Georgia) y publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense (PNAS) del 9 al 13 de septiembre.
"Nuestros datos sugieren que la biología del macho humano refleja un compromiso entre la energía movilizada para la reproducción y la dedicada a criar a sus hijos", explica James Rilling, cuyo laboratorio llevó a cabo el estudio.
"Nuestro estudio es el primero en explorar si la anatomía humana y las funciones del cerebro pueden explicar esta variación del instinto paternal entre los hombres", agregó Jennifer Mascaro, la principal autora.
La investigación se hizo con 70 padres biológicos de entre 21 y 55 años que tenían bebés de uno a dos años y vivían con la madre.
Los padres fueron sometidos por separado a una serie de preguntas sobre el compromiso en los cuidados de su hijo como cambiar los pañales, dormirlo o bañarlo, e incluso quedarse en casa para cuidarlo si está enfermo o llevarlo al doctor.
Un estudio muy pequeño
Los investigadores midieron también los niveles de testosterona de los participantes y les realizaron una resonancia magnética (IRM) para observar su actividad cerebral mientras miraban fotos de sus propios hijos.
Finalmente, midieron el volumen de sus testículos con otra IRM.
Los autores constataron que los niveles de testosterona y el tamaño de los testículos eran inversamente proporcionales al compromiso paternal con los cuidados del hijo indicados en las respuestas al cuestionario previo.
Además, los padres con los testículos más pequeños tenían una actividad más intensa en la parte del cerebro vinculada al placer y a la motivación parental, según observaron en la IRM cuando veían fotos de sus vástagos.
Si bien es estadísticamente significativa, la correlación entre el tamaño de los testículos y el instinto paternal no es exacta, coinciden los expertos.
"El hecho de que los hombres tengan una constitución diferente no quiere decir que no quieran ser padres atentos, sino que esto podría ser (biológicamente) más difícil para ellos", subraya James Rillings, otro de los investigadores. Pero el hecho de tener testículos grandes "no puede ser una excusa para ser un padre distante", agrega.
"También es posible que el compromiso de un hombre con los cuidados de su hijo implique un retraimiento de sus testículos", sostiene, haciendo hincapié en que "la influencia del entorno puede generar modificaciones biológicas como, por ejemplo, una disminución de los niveles de testosterona con la paternidad".
No obstante, para el doctor Joseph Aluka, urólogo y profesor de ginecología de la Universidad de Nueva York, que no participó en los trabajos, el estudio es demasiado pequeño para que sus resultados sean generalizados.
"No me sorprendería que sólo unos pocos participantes en el estudio afecten fundamentalmente sus resultados porque se trata de un estudio pequeño", consideró.
AFP
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