Georgia Benjamin nunca sale de compras en Nueva York sin su smartphone, donde una gran cantidad de aplicaciones le permiten identificar los productos, comparar precios y aprovechar las liquidaciones que hay cerca.
ESTOY CON EL TELÉFONO
Una de sus aplicaciones favoritas se llama Snapette. "Si busco gafas de sol, pongo la marca, y me dice si las puedo encontrar en la zona. Y me avisa si una tienda tiene una promoción en la esquina", dijo la joven, una pasante londinense en el sector de la moda.
"Hay cosas en esta aplicación que no podría ver de otra manera", explicó.
Snapette, como muchas otras aplicaciones para dispositivos iPhone o Android, tiene como público objetivo a los consumidores que usan sus teléfonos inteligentes, pero prefieren comprar localmente.
"Más del 85% de las ventas al por menor tienen lugar en las tiendas, pero faltaba algo para buscar y descubrir productos cerca de uno", dijo Sarah Paiji, cofundadora y dueña de Snapette.
"Si hay demasiada cola o uno no encuentra su talle, también se puede comprar desde el teléfono", agregó.
Otras aplicaciones como RedLaser y Smoopa permiten escanear el código de barras de un producto para ver si otras tiendas lo venden más barato. Zoomingo enumera los lugares en los alrededores donde hay saldos.
ShopSavvy, descargada 40 millones de veces, trabaja con 40.000 tiendas en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Austria y Japón.
"Si hay una gran diferencia de precio, se puede comprobar el precio en otros lugares, y también en Internet", dijo a la AFP el cofundador y propietario de ShopSavvy, John Boyd.
Una temporada de compras de 600.000 millones de dólares
El creciente uso de aplicaciones para compras es un reto para los minoristas tradicionales.
De acuerdo con un estudio realizado por la firma NPD, el 75% de los propietarios de teléfonos inteligentes utiliza sus dispositivos para hacer compras, tanto con las aplicaciones internas de las propias tiendas como externas, como Snapette.
La federación estadounidense de distribución, la National Retail Federation, calcula que 97 millones de estadounidenses participarán en el 'Black Friday' el próximo viernes, el día después de Acción de Gracias, que marca tradicionalmente el inicio de la zafra de ventas de la temporada navideña con promociones récord.
Esta temporada, la Federación espera unos 600.000 millones de dólares en ventas durante la temporada, incluyendo 80.000 millones en Internet.
La frontera entre las tiendas con escaparate y las de Internet cada vez se diluye más: muchos consumidores prueban un producto en la tienda y luego lo compran en Internet, una práctica llamada "showrooming".
"Los consumidores operan en varios canales para hacer sus compras", dijo Sarah Paiji de Snapette. "A menudo encuentran un producto en línea y luego van a la tienda. O lo compran en línea. Queremos ser el cruce de caminos único, en el que se pueden encontrar productos en línea y cerca de uno".
Según Paiji, Snapette es lo contrario del "showrooming", porque "mucha gente detecta un producto en el teléfono y termina yendo a la tienda".
Comprar en Internet no es siempre lo más interesante, agregó John Boyd, debido a los costos de envío y nuevas leyes que exigen el cobro de impuestos locales, privando a los sitios web de una ventaja que disfrutaron durante mucho tiempo.
"La lucha se hace cada vez más en igualdad de condiciones", dijo. "Esta es una gran oportunidad para las tiendas"
Con información de AFP
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