La mitad de las personas que admiten haber cometido infidelidades en los últimos tiempos, le echan la culpa al celular. Pero no al propio, sino al de su pareja. Según una reciente encuesta, los tramposos afirman haber llegado al engaño porque sentían que su media naranja prefería estar con su teléfono antes que en su compañía.
LLAMADA DE ATENCIÓN
Si usted no quiere que su pareja le adorne la frente, debería considerar la posibilidad de despegarse por un rato de los jueguitos y la interactividad que le ofrece su teléfono móvil. Tal es la sugerencia que se desprende de una reciente encuesta realizada por Victoria Milan, un sitio de Internet especializado en "trampas". La empresa ha ganado popularidad en los últimos tiempos, en base a sus servicios que prometen "revivir la pasión", ofreciendo "citas discretas para personas casadas o comprometidas".
El sondeo reveló que el 45% de las personas que admitían ser infieles, echaban parte de la culpa al teléfono, o mejor dicho al excesivo uso que su pareja hacía del mismo, abuso que los hacía sentirse "segundones", detrás del aparato.
Algunos dijeron sentir que su compañero o compañera le prestaba más atención al teléfono que a ellos. En concreto, les molestaba que estuvieran revisando el celular durante las comidas, en el cine, en medio de una conversación importante e incluso inmediatamente después del sexo.
La encuesta fue realizada a 6.000 personas de ambos sexos y diversas edades, y fueron las mujeres de entre 30 y 50 años quienes más lamentaron la intromisión de los dispositivos móviles en la vida sentimental.
Irónicamente, quienes culpan al celular de su pareja del deterioro de la relación, apelan al suyo para conseguir nueva compañía y coordinar encuentros clandestinos. De hecho, el 66% de los tramposos consideran que no habrían llegado a la infidelidad si no fuera porque las nuevas tecnologías se lo hacen muy fácil.
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