Los avances tecnológicos y los sistemas informáticos podrían evitar un 22% de las muertes en el tránsito por año, indica un nuevo estudio español. Repasamos las alternativas.
EL AUTO FANTASTICO
Esta semana la UNASEV reveló números preocupantes sobre siniestralidad vial en el país en el primer semestre del año. Si bien las cifras son un poco mejores que las registradas el año anterior, el número de muertos y heridos sigue siendo muy elevado.
Esta situación podría cambiar al menos parcialmente gracias a la asistencia de la tecnología. Por ejemplo, los cuatro sistemas más eficaces de seguridad y prevención (el Frenado de Emergencia Autónomo, la Ayuda al Mantenimiento del Carril, la Detección de Fatiga y la Monitorización de Ángulos Muertos) evitarían el 22% de los fallecidos, según un estudio realizado por la Fundación Línea Directa que publica ABC.
Un 27,5% de los siniestros con víctimas al año (casi 23.000) no se producirían con el uso combinado de estos cuatro sistemas.
Estas tecnologías aplicadas a la seguridad vial son incorporadas por muchos coches actuales y superan los conceptos clásicos de Seguridad Pasiva y Activa. Actúan de forma autónoma y tratan de anticiparse al accidente, no a paliar sus consecuencias.
El estudio analizó 83.115 accidentes con víctimas (heridos leves, graves y fallecidos) registrados en 2012 en España, y se centró en los cuatro sistemas de conducción preventiva mencionados. El uso de estos cuatro sistemas podría evitar más del 22% de los accidentes mortales que se producen cada año en España. Es decir, podrían haber salvado la vida a 420 personas solo en 2012.
Algunos datos sobre estos sistemas
Frenado de Emergencia Autónomo (AEB): En España el 40% de los accidentes se deben a distracciones. Para abordar esta circunstancia, el sistema AEB (Autonomous Emergency Braking) o Frenando de Emergencia Autónomo realiza una frenada de emergencia al percatarse de un choque inminente. Al detectar un obstáculo, el AEB aplica los frenos de manera autónoma (sin intervención del conductor) ante el peligro de colisión, y para ello puede usar la máxima capacidad de frenado o solamente una parte de ella, según sea la circunstancia. El 16% de los coches vendidos el pasado año en España ofrecían ya este sistema, informó ABC.
Ayuda al Mantenimiento del Carril (LKA): Otro sistema de seguridad, el LKA (Lane Keeping Assistant), Ayuda al Mantenimiento del Carril, lleva una tecnología que reconoce las líneas del carril por el que circula el coche. En el caso de que varíe la trayectoria y el vehículo pise alguna línea sin que antes se haya advertido con el intermitente, se recibe un aviso con vibración en el volante y un mensaje en el cuadro de mando. Una vez dada la alarma, si el conductor no corrige la trayectoria o quita las manos del volante, el coche corrige la dirección con un pequeño giro de manera automática. Este sistema está disponible en el 40% de los coches vendidos el pasado año en España. La UE analiza convertirlo en obligatorio desde 2016.
Detección de Fatiga (DDD): El DDD (Driver Drowsiness Detection) o Detección de Fatiga resulta el sistema ideal para evitar los accidentes relacionados con la fatiga o la somnolencia. El DDD analiza el nivel de atención del conductor y le avisa si detecta cansancio a través de señales acústicas y visuales. Ya está disponible en un 23% de los coches vendidos en 2013.
Monitorización de Ángulos Muertos (BSM): El sistema de Monitorización de Ángulos Muertos o BSM (Blind Spot Monitoring) avisa de la presencia de coches en aquellas zonas que se mantienen fuera del alcance visual de los espejos retrovisores, por detrás y en el lateral del coche. Es útil sobre todo para adelantar, especialmente en carreteras convencionales, donde el riesgo de muerte es superior. Su disponibilidad en el mercado ibérico alcanzaba ya al 29% de los coches vendidos en 2013.
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