El apoyo de los padres es fundamental para superar trastornos de alimentación

Informarse, no caer en la negación y conformar -junto con los profesionales- un equipo terapéutico activo suele ser de gran ayuda para los chicos.

Los especialistas destacaron que lo primordial no es buscar la causa del problema sino actuar rápidamente.

El apoyo es básico en el tratamiento

"Cuando un adolescente padece un problema de ansiedad no es el único que enfrenta un inconveniente. Por el contrario, se trata de un tema de familia, razón por la cual tanto el chico como sus padres y hermanos deben buscar ayuda.

Creemos que la participación, la ayuda y el apoyo de los padres son aspectos fundamentales para mejorar los resultados de un tratamiento", expresó el doctor Ovidio Bermúdez, médico del Programa de Trastornos Alimentarios de la Clínica Psiquiátrica Laureada de Tulsa, Oklahoma, Estados Unidos, quién como miembro de la junta de directores de la Asociación Nacional de Desórdenes de Alimentación (NEDA por sus siglas en inglés) se encargó de comentar dos estudios realizados recientemente sobre esta temática. 

TERAPIA DE FAMILIA 

En el primero de ellos, publicado en la revista Archives of General Psychiatry, los especialistas señalaron que de 80 adolescentes involucrados el 40 % que había contado con apoyo familiar a los seis meses había dejado de provocarse vómitos; todos padecían bulimia y fueron asignados aleatoriamente y en grupos de igual cantidad a una terapia tradicional o a una más desarrollada, con participación de los padres. En la otra parcialidad el índice de éxito fue del 18 %.

Por su parte, la otra investigación, cuyas conclusiones forman parte de la más reciente edición de la revista Eating Disorders, dio seguimiento a 32 adolescentes anoréxicas mujeres durante tres años de tratamiento. Al cabo de ese tiempo, el 75% de las que habían contado con apoyo familiar para el desarrollo de una terapia de familia integral había tenido éxito en su abordaje.

Sin embargo, y aun con características comunes las modalidades de ayuda varían. "Tanto en el caso de la bulimia como en el de la anorexia lo fundamental es que el terapeuta trabaje con la familia para darles la orientación que necesitan a fin de lograr que el niño se alimente correctamente y recupere peso. 

Desde este punto de vista, es la familia la que se convierte en agente de cambio. Este método ha sido mucho más estudiado en la bulimia que en la anorexia centrándose en el papel de los padres como responsables de evitar que los chicos vomiten, y en cambio opten por realizar comidas regulares", estableció el doctor Bermúdez.

"Ahora sabemos que los desordenes de alimentación son trastornos reales y que no tienen mucho que ver con la crianza. Aun así el papel de los padres formando un grupo de trabajo con los terapeutas, médicos clínicos y nutricionistas es fundamental. En Estados Unidos, según la NEDA, hay casi diez millones de mujeres que padecen este tipo de patologías, así como también un millón de hombres De éstos grupos, se calcula que el 90 por ciento son chicas de entre doce y 25 años", añadió.

La doctora Marcela Paz, médica pediatra y de adolescentes, coordinadora del Servicio de Trastornos de la Alimentación del Área de Pediatría del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA) postuló: "Aun cuando no se llegó a presentar un cuadro extremo como la anorexia o la bulimia es importante trabajar en conjunto, como un equipo, que debe estar conformado por nutricionistas, psicólogos, psiquiatras y fundamentalmente los miembros del núcleo íntimo. Estos componentes son fundamentales para prevenir el avance de cada caso". 

"Lo fundamental cuando una persona tiene un trastorno relacionado con dejar de alimentarse es comenzar a trabajar sobre la negativa del paciente y la readministración del alimento, siempre en las cantidades adecuadas y enfatizando que eso es lo normal", agregó Paz.

¿CÓMO COMENZAR A AYUDAR A LOS CHICOS? 

A la hora de responder cuáles son los primeros pasos que deben dar los padres para ayudar a sus hijos, los especialistas norteamericanos enumeraron:

- Infórmese: Consulte con especialistas, tanto los que traten a sus hijos como a otros; hable con personas que hayan pasado por lo mismo que usted; lea libros; participe de grupos de ayuda. 

- Evite caer en la negación: Partiendo de la premisa: "Si Ud. supiera que su hijo tiene cáncer, ¿no buscaría ayuda?", los profesionales remarcaron que es fundamental acudir a un especialista ante la primera sospecha. 

- Ofrézcale a su hija/o respaldo en todo momento: La contención y el saber que no están solos es fundamental para que los chicos comiencen a trabajar en la revalorización de su persona. 

- Siga las indicaciones del equipo médico: Dado que cada plan debe estar hecho a la medida de la persona que sufre la enfermedad, es importante que los padres permanezcan alertas y en permanente contacto con los médicos para saber exactamente cómo desempeñarse.