Un diseño atractivo y gran publicidad han bastado para que Pebble se convierta en el reloj inteligente de moda, un dispositivo que aún no existe y del que ya se han vendido 85.000 unidades en todo el mundo.
Pebble el reloj inteligente
Pebble está pensado para ser un periférico del iPhone y los "smartphone" de Google Android y hacer las veces de mando a distancia del teléfono para controlar la música, leer mensajes o usar en actividades deportivas a modo de pulsómetro o cuentakilómetros, entre otras funciones de su primitiva versión.
Por supuesto, al ser un reloj, también da la hora.
La fama le llegó siendo un prototipo cuyos creadores, unos veinteañeros de Silicon Valley, no lograban desarrollar por falta de inversión.
Los jóvenes pusieron la vista en el "crowdfunding" y presentaron su proyecto a los internautas a través del portal de financiación popular Kickstarter donde pidieron 100.000 dólares (78.500 euros) para poder lanzar su negocio y ofrecieron a cambio unidades de su futurible reloj a quienes contribuyeran a la causa con al menos 99 dólares (77,7 euros).
La respuesta que recibieron superó cualquier expectativa. Dos horas después de anunciarse en la web el 11 de abril ya habían cumplido con su objetivo, en 24 horas habían superado el millón de dólares (785.000 euros)
A las 7 de la tarde de mañana viernes (3.00 GMT del sábado), fecha en la que se cierra el plazo para enviar aportaciones al proyecto, sus ingresos rebasarán con creces los 10 millones de dólares (7,8 millones de euros), una cifra récord para este sistema de financiación.
Hasta ahora la campaña de "crowdfunding" más exitosa había sido la del videojuego "Double Fine Adventure" que recibió 3,3 millones de dólares.
"Estamos muy entusiasmados por el hecho de que haya tanta gente que comparta nuestra visión de tener un dispositivo que se pueda llevar puesto y se conecte a un 'smartphone'", aseguró a Efe el jefe de operaciones de Pebble Techonolgy, Rahul Bhagat.
La inesperada demanda llevó a esa incipiente compañía con sede en San José, en el norte de California, a cambiar su estrategia y buscar ayuda.
En las últimas semanas han pasado de ser una plantilla de tres empleados a ocho y han contratado los servicios de asesores externos para guiarles en su toma de decisiones sobre distribución y planificación.
Lo que en un principio iba a ser una producción de un millar de unidades fabricadas en una planta de California pasó a ser de 85.000 y su ensamblaje se trasladó a China.
Bhagat comentó que la empresa había dejado de aceptar pedidos para centrarse en atender la demanda inicial llegada de diferentes rincones del planeta entre finales de agosto y finales de octubre.
El sábado tienen previsto poner en marcha una nueva página web habilitar un espacio para que los clientes potenciales puedan mostrar su interés de cara a una nueva remesa de dispositivos que en cualquier caso no estarán disponibles hasta 2013.
Bhagat aseguró que todo el dinero logrado en Kickstarter se reinvertirá en el desarrollo de Pebble y que no les preocupa el beneficio a corto plazo.
"Pensamos que el potencial del producto es mucho mayor de lo que vemos ahora mismo", indicó Bhagat que aseguró que el reloj no es lo único que tienen en mente para el futuro.
"En 5 años nuestro objetivo es que la compañía crezca de forma orgánica y tener un par de líneas de producto, quizá ya una segunda o tercera generación de Pebble para entonces", declaró Bhagat que apuntó que la idea de la empresa es fabricar tecnología para vestir que se integre con el teléfono inteligente.
Pebble cuenta con una pantalla de tinta digital no táctil, al estilo de la que emplea el lector Kindle de Amazon para uso óptimo en situaciones de claridad, es resistente al agua, está equipado con bluetooth 4.0, su carga de batería sirve para una semana y por su apariencia bien podría parecer hecho por Apple.
Actualmente hay otros modelos de "smartwatch" en el mercado, como el que comercializa Sony por 150 dólares (118 euros), precio final que se estima que tendrá Pebble cuando finalmente llegue al mercado.
"Hay muchas miradas puestas en nosotros y las grandes compañías están pendientes para ver qué tal nos irá una vez que el producto salga", Bhagat que admitió que aún tienen que tomar muchas decisiones, entre ellas la distribución en tiendas.
"Vamos paso a paso", indicó Bhagat.
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