Un empleado subcontratado por Google debió encargarse durante un año del "trabajo sucio", buceando en los más oscuro de la web en busca de contenidos infames e ilegales. Al cabo de nueve meses, fue relevado para salvaguardar su salud mental.
Alguien tiene que hacerlo
Debido a las obligaciones legales impuestas por numerosos países, Google debe monitorear permanentemente la red en busca de contenidos ilegales, ofensivos e infames, para eliminarlos de Internet y -eventualmente- dar parte a las autoridades competentes.
Si bien la tarea no es demasiado compleja desde el punto de vista profesional, ninguno de los empleados del gigante de Internet parece estar dispuesto a "caminar por el lado salvaje" de la web, por lo que el trabajo recaen manos de subcontratados.
Según consigna la web especializada Alt1040, uno de dichos subcontratados tuvo que ver escenas repugnantes durante un año entero. A razón de 15.000 diarias. Con el paso de los meses, su mente comenzó a pagar el precio de tanta exposición. Decapitaciones, pornografía infantil, suicidios y todo tipo de asqueroso material pasó por sus manos minando su psique.
El empleado pasó una revisión rutinaria que le recomendó acudir a sesiones de psicoterapia. Cuando lo presentaban fotos normales, todo le parecía obsceno. Una imagen simple de un padre y un hijo le parecía el comienzo de una relación pedófila. De modo que Google le proporcionó unas sesiones iniciales de terapia y le sugirió que las siguiera por su cuenta.
Las normas laborables de Google impiden que los subcontratados permanezcan en tal situación por más de un año. Al cabo de dicho plazo, deben ser incorporados a la plantilla de la firma o finiquitar su relación laboral. Sin embargo, el "inspector" de este caso no pudo ganarse la efectividad, ya que los 9 meses de trabajo le comunicaron que no seguiría en su puesto.
En Youtube, varios ex centinelas de Google refieren historias parecidas, y como deben ver las escenas escabrosas antes que nadie incluyendo todos los videos de Al Qaeda.
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