Las personas sin Facebook pueden tener una personalidad poco sociable o estar ocultando algo peligroso, afirma psicólogo alemán.
Situación sentimental: sospechoso
El advenimiento de las redes sociales obligó a disciplinas como la psicología o la sociología a replantearse situaciones y metodologías, tarea que está en permanente construcción y sobre la que no hay consensos definitivos.
Mucho se ha insistido acerca del peligro de la posible "adicción" a estas redes, y su eventual efecto pernicioso sobre la vida "real". Ahora, otras voces advierten que estar completamente fuera de la actividad 2.0 puede ser igualmente dañino.
Según explica el psicólogo germano Christopher Moeller en el diario Der Taggspiegel, mientras el tiempo de los usuarios no exceda los límites normales para convertirse en adictos y se siga manteniendo contacto con algunos de los amigos virtuales en el mundo real, las redes sociales e Internet seguirán siendo importantes porque son "una parte natural de la vida actual".
La opinión de Moeller en dicho periódico viene a cuento de que en esas mismas páginas se publicó un artículo especulativo, partiendo del hecho de que el noruego Breivik y el estadounidense Holmes, autores de sendas y recientes masacres, carecían de actividad en las redes sociales.
Que estos dos asesinos de masas no estuvieran en Facebook no es anormal, teniendo en cuenta que investigaciones posteriores demostraron que tampoco contaban con amistades en la vida real. Esto ha llevado a Moeller a afirmar que estar fuera de Facebook, algo poco habitual en adultos jóvenes, puede ser un síntoma de actuar de forma anormal, disfuncional e incluso peligrosa, según cita ABC.
Por supuesto que no puede concluirse que una persona es potencialmente psicópata sólo porque no se ha registrado en Facebook, pero el tema reabrió el debate acerca del lugar que ocuparía el "punto medio" entre la adicción a las redes y una conducta "antisocial" respecto a las mismas.
La privacidad es uno de los aspectos que más tratan de salvaguardar los internautas, pero entre ser cuidadoso con lo que se publica y quedar fuera del mundo virtual hay una línea que es mejor no pasar. Ya hay departamentos de recursos humanos en Estados Unidos que directamente rechazan a los jóvenes que aseguran no tener cuenta en Facebook. También algunos psicólogos hablan de lo negativo que puede ser para algunas personas estar totalmente fuera de las redes sociales. El motivo, ser partícipe de ellas refuerza sentimientos positivos debido a la retroalimentación con los amigos a través de la red.
Recientemente, un artículo publicado en la revista Forbes explicaba que no pocas empresas norteamericanas son reluctantes a contratar jóvenes que no tengan Facebook.
Los motivos son varios. Que un joven no participe en estas plataformas puede ser síntoma de un carácter poco sociable. Otra cosa es que sí sea usuario pero que se niegue a dar su perfil, lo que inmediatamente demuestra que oculta algo, según la mencionada revista.
Nadie quiere contratar a ciegas, y en el mundo actual las redes sociales son una ventana a la intimidad de cada uno. De todos es sabido que muchas empresas investigan los perfiles de futuros empleados, e incluso de los actuales, para saber cómo se comportan en la realidad extralaboral, o si son adecuados para el perfil que demanda la empresa.
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