El sector de dispositivos ponibles tiene la capacidad de mejorar la vida de las personas alrededor del mundo e Intel está lista para impulsar esos dispositivos con ordenadores del tamaño de un botón, aseguró Brian Krzanich.
DISPOSITIVO A LA MEDIDA
"Uso lo del botón como referencia porque cuando hablo de algo que se está reduciendo a la gente le resulta difícil ponerlo en contexto", explicó Krzanich, quien precisó que eso no implica necesariamente que los botones de las prendas de vestir vayan a ser los destinatarios de esa tecnología, sino la capacidad de la misma.
El consejero delegado aseguró, por lo demás, sentirse "inspirado" por el potencial que la informática para vestir tiene de mejorar la vida de las personas.
"El hecho de que podamos insertar un dispositivo para monitorear el ritmo cardíaco en la camiseta que uno utiliza para ir a correr o hacer ciclismo o lo que sea...Piensen en las implicaciones médicas de eso", afirmó el directivo, quien añadió que si uno tiene un problema de corazón puede supervisar el ritmo cardíaco de forma constante.
"Hay gente trabajando en sensores capaces de medir los niveles de glucosa, los niveles de oxígeno en la sangre, todo tipo de cosas", insistió Krzanich.
Nixie, un dispositivo equipado con una cámara que se ajusta a la muñeca como una pulsera y que emprende el vuelo tras activarse un botón para tomar fotos unos segundos y regresar a la mano del propietario, ganó el primer premio, dotado con medio millón de dólares.
El prototipo, desarrollado por un equipo de Estados Unidos y Alemania, aspira a ser popular entre los amantes de las actividades al aire libre como el montañismo o el ciclismo, que podrán inmortalizar sus aventuras con el drone ponible.
La primera cámara ajustable a la muñeca hará posible la fotografía aérea, aunque el proyecto está todavía en su fase inicial y no tiene fecha de salida al mercado.
Christopher Kohstall, líder del equipo que desarrolló el prototipo, explicó en el vídeo que presentaron durante el concurso que Nixie sabe dónde está el dueño y tras unos segundos regresa al lugar de origen.
El segundo premio, por valor de 200.000 dólares, fue a parar a Open Bionics, liderado por un equipo británico que desarrolla una mano biónica de bajo coste que se hace a medida con impresoras 3D.
Joel Gibbard, fundador de Open Bionics, aseguró que su objetivo es llenar el hueco que existe en el mercado para prótesis con alta funcionalidad y bajo coste.
El primer concurso de informática ponible organizado por Intel, contó con 10 finalistas, entre ellos los españoles de FirstV1sion, una cámara que se inserta en las camisetas de los deportistas y transmite a los telespectadores el partido desde su punto de vista.
El prototipo, un dispositivo en forma de tortuga que sostiene la madre sobre el pecho, está equipado con sensores que transmiten información en tiempo real a un pequeño colchón que sostiene al bebé. EFE
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