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domingo, 16 de noviembre de 2014

Nanorrobots para descontaminar agua o llevar fármacos a células cancerígenas

Las investigaciones más punteras en el campo de la nanorobótica han permitido desarrollar microrrobots, recubiertos de metales o enzimas, que se mueven en los fluidos como “pequeños submarinos” y que permiten limpiar el agua.



ÉXITOS DE LOS NANORROBOTS


Esta tecnología la ha desarrollado el equipo del químico Samuel Sánchez y sus resultados los ha presentado en la conferencia internacional de tecnologías emergentes EmTech del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que se celebra en Valencia y que en esta edición ha premiado su trabajo junto al de otros nueve innovadores españoles menores de 35 años.
Aplicada a los campos de la biomedicina o del medioambiente, las investigaciones y desarrollos tecnológicos de Sánchez podrían revolucionar ambos campos aunque todavía tiene que superar algún hándicap, como explica el propio investigador.
El mayor éxito lo han conseguido con los nanorrobots de forma tubular, como “pequeños submarinos o naves que se pueden transportar y mover por sí mismas y que pueden realizar diferentes tareas como mover partículas, llevar fármacos o entrar dentro de tejidos o células, todo esto a escala micro o nanométrica”.
“Los tubos sacan burbujas de oxígeno que los impulsan como un torpedo dentro de una solución”, ha explicado Sánchez, quien ha precisado que ante factores como la viscosidad de algunos fluidos, han creado mecanismos para que “se muevan durante mucho tiempo”.
Una vez desarrollado el vehículo, “puede mover partículas o se le pueden poner fármacos dentro para que los liberen donde le digamos, ya que controlamos el movimiento y podemos decirle que vaya del punto A al B y que haga esto. Ese ha sido un gran reto“.
Cada microrrobot puede hacer en cada momento lo que le ordenen, pues son capaces de controlar su velocidad con reacciones catalíticas -cambio de temperatura o degradación del combustible que los rodea-, así como su dirección -con un imán o un sistema de control robótico más preciso-.
“El sueño de los últimos años en biomedicina ha sido la liberalización de fármacos de forma precisa para reducir los efectos secundarios de los tratamientos del cáncer actuales”, ha señalado el investigador, que ha explicado que con su tecnología solo se atacaría a la célula cancerígena y se evitarían los efectos que la quimioterapia genera en el resto del organismo.
Sin embargo, el problema para avanzar en este campo es que los combustibles que utilizan, el peróxido (agua oxigenada), son tóxicos y “no se pueden usar más de media hora, porque después de ese tiempo el oxígeno que tiene es demasiado elevado y la célula muere”.
“Trabajamos por usar combustibles totalmente compatibles. El grupo que lo consiga se llevará el premio grande”, apunta y desea: “Ojalá el Nobel“, aunque también cree que si en el plazo de“dos o tres años” no dan con la solución, “perderá interés” en este campo. EFE

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