Los bebés encuentran novedosa la información lingüística de los dos idiomas, lo que les obliga a discernir entre las dos lenguas y a mejorar su capacidad de procesamiento.Son muchos los beneficios que tiene la crianza del niño al mismo tiempo en español e inglés, vamos a centrarnos en los beneficios que produce en la memoria del niño, y por que los niños bilingües tienen una mejor memoria frente a los niños que solo hablan un idioma.
ESTIMULEMOS EL LENGUAJE
Uno de los mayores mitos sobre la educación bilingüe en niños es que retrasan al niño a la hora de empezar a hablar, además, se dice que el niño bilingüe tiene menos vocabulario que un niño monolingüe en su lengua principal o materna.
Cuando un niño pequeño es sometido a dos lenguas al mismo tiempo, su cerebro se empieza a preparar para ser capaz de defenderse en dos idiomas diferentes, ya que con el tiempo el niño deberá poder comunicarse con inglés y español indistintamente, para poder hacer esto, el cerebro del niño debe ser capaz de memorizar un número de palabras muy superior que un niño monolingüe (no llega al doble de palabras) además de tenerlas organizadas de una forma diferente para poder acceder a su información lo más rápido posible según la situación requiera.
Al tener que memorizar tal cantidad de información, el niño pasará más tiempo organizando el cerebro para poder satisfacer esta nueva necesidad, esto provoca el retraso en el habla frente a los niños monolingües, los siguientes años, es cierto que el vocabulario en español del niño será inferior al de un niño que solo hable español, aunque la verdad es que el niño bilingüe, todos los días aprenderá muchas más palabras, muchas estarán repetidas como coche y "car".
Todas estas diferencias en el aprendizaje de dos lenguas al mismo tiempo, consiguen que el cerebro del niño bilingüe tenga una organización totalmente diferente, preparándose para tener que memorizar mucha más información, además de organizarla de una forma más eficiente, para poder acceder a ella rápidamente y sin ningún esfuerzo.
Un estudio realizado por SICS (Instituto de Singapur de Investigación de Estudios Clínicos), KKH (Hospital de Niños y Mujeres) y NUH (Hospital de la Universidad Nacional) de Singapur ha puesto de manifiesto que los bebés de seis meses de edad a los que se les habla en dos idiomas diferentes tienen una mayor capacidad para aprender y más memoria que aquellos que están expuestos a una sola lengua.
El estudio se realizó con 114 bebés de seis meses de edad, de los que aproximadamente la mitad estuvieron expuestos a dos idiomas desde el momento en que nacieron. La comparación de estos dos grupos de bebés ha permitido a través de una serie de pruebas comprobar que los bilingües eran capaces de reconocer imágenes familiares más rápidamente, aparte de prestar más atención a nuevas imágenes que los monolingües. Unas conclusiones que no son específicas para un idioma en particular.
Dentro del estudio, los bebés vieron una imagen en color de un lobo o un oso, asociándose el oso a una imagen familiar, mientras que el lobo se vinculó con una novela. Este visionado puso de manifiesto que los bebés bilingües se aburrieron antes con las imágenes familiares, si bien prestaban más atención a las relacionadas con la novela, dedicándoles más tiempo.
Una preferencia por la novedad que, según estudios previos, está relacionada con un mayor cociente intelectual y mejores puntuaciones en pruebas de vocabulario durante su etapa preescolar y los años que están escolarizados.
Y es que, según explican los investigadores, un bebé que está en un hogar bilingüe encuentra más novedosa la información lingüística que aquel que está en un hogar monolingüe, teniendo que aprender el bebé a discernir entre dos idiomas, lo que supone una mayor eficiencia en el procesamiento de la información.
Los bebés, que fueron evaluados por primera vez en 2011, siguieron siendo estudiados posteriormente. De esta manera, los investigadores comprobaron que los niños en Singapur, incluso aunque sean de familias monolingües, están poco tiempo sabiendo un solo idioma. De hecho, más de la mitad de los 54 bebés del grupo monolingüe se había convertido en bilingüe entre los seis y 18 meses.
Dentro del estudio, los bebés vieron una imagen en color de un lobo o un oso, asociándose el oso a una imagen familiar, mientras que el lobo se vinculó con una novela. Este visionado puso de manifiesto que los bebés bilingües se aburrieron antes con las imágenes familiares, si bien prestaban más atención a las relacionadas con la novela, dedicándoles más tiempo.
Una preferencia por la novedad que, según estudios previos, está relacionada con un mayor cociente intelectual y mejores puntuaciones en pruebas de vocabulario durante su etapa preescolar y los años que están escolarizados.
Y es que, según explican los investigadores, un bebé que está en un hogar bilingüe encuentra más novedosa la información lingüística que aquel que está en un hogar monolingüe, teniendo que aprender el bebé a discernir entre dos idiomas, lo que supone una mayor eficiencia en el procesamiento de la información.
Los bebés, que fueron evaluados por primera vez en 2011, siguieron siendo estudiados posteriormente. De esta manera, los investigadores comprobaron que los niños en Singapur, incluso aunque sean de familias monolingües, están poco tiempo sabiendo un solo idioma. De hecho, más de la mitad de los 54 bebés del grupo monolingüe se había convertido en bilingüe entre los seis y 18 meses.
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