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sábado, 22 de octubre de 2011

Steve Jobs se duchaba poco y era macrobiótico

Una de las últimas personas que quiso ver en su vida fue Bill Gates, aunque lo criticaba por “no inventar nada” y “robar las ideas de otros”.

Revelan detalles de la biografía de Steve Jobs.


Estados Unidos. Al final de su vida, Steve Jobs, macrobiótico, budista y poco amante de las duchas, se arrepintió de haber retrasado su cirugía y de haber perdido tiempo, tal vez crucial, con la medicina alternativa y las dietas.

Jobs murió el 5 de octubre tras haber sufrido un cáncer de páncreas y un transplante de hígado. Entonces ya se había pasado a las soluciones tradicionales, pero era demasiado tarde. Unas semanas antes de su muerte se lo contaba a su biógrafo oficial, Walter Isaacson. La cadena CBS, propietaria de la editorial que publica el libro el próximo lunes, adelantó un extracto de la entrevista donde el escritor relata las palabras de Jobs.

El fundador de Apple ideó el nombre de su compañía en mitad de una de sus dietas ‘frutarianas’ después de visitar una finca con manzanos. Desde que era adolescente seguía regímenes de alimentos muy estrictos: a ratos, sólo fruta, otros, también verduras u alimentos separados. Estudió budismo zen durante años y creyó que la mezcla de espiritualidad y alimentos sanos serviría como antídoto incluso para el cáncer.

QUERÍA IGNORAR EL CÁNCER

Cuando se lo diagnosticaron en octubre 2003, se negó a ser operado y optó por tratarse con zumos de frutas, acupuntura y remedios medicinales que encontraba en Internet. “No quería que abrieran mi cuerpo, no quería que me violaran de esa forma”, dijo Jobs, según su biógrafo, a quien el gurú confesó su arrepentimiento. Su mujer, su hermana y sus hijos le suplicaban que se operara, pero Jobs se resistió durante nueve meses en los que mantuvo su enfermedad en secreto.

Pensaba que si ignoras algo, si no quieres que algo exista, puedes lograr magia con la mente… Antes le había funcionado. Se arrepintió”, cuenta Isaacson en el vídeo difundido por la CBS. El libro de 650 páginas, llamado ‘Steve Jobs’, es el resultado de más de 40 entrevistas del autor con el presidente de Apple y decenas de familiares, amigos y colegas.

MIRABA SIN PARPADEAR

La biografía retrata sus manías y sus caprichos, según los extractos publicados por Associated Press, el ‘New York Times’ y el ‘Huffington Post’, entre otros. Cuando era adolescente, Jobs aprendió a mirar a los demás fijamente sin parpadear. En los 60, empezó con sus dietas estrictas mezcladas con LSD, que, según él, le ayudaban a centrarse en la creatividad y olvidarse del dinero.

Cuando ya era el consejero delegado de Apple, la compañía le hacía un seguimiento continuo para que no se descentrara y se lavara un poco más a menudo. El libro también relata su enfrentamiento con los ejecutivos de Apple antes de ser despedido en 1985. Según él, eran “corruptos” y carecían de valores porque sólo les importaba el dinero.

Isaacson también detalla los ataques de soberbia de Jobs ante cualquiera. En otoño de 2010, Jobs exigió que el presidente Barack Obama le pidiera oficial y personalmente una cita si quería conocerlo.
El libro también cuenta que Bill Gates fue una de las últimas personas que Jobs quiso ver en su vida. Después de la cita, comentó con su biógrafo lo feliz que veía al creador de Microsoft ahora que se dedicaba a las obras benéficas. Le apreciaba y admiraba su “increíble instinto de qué funciona”, aunque no tenía buena opinión creativa de él.

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